Hay una gran diferencia entre creer y confiar. Puedes creer en algo pero no estar listo para poner todo tu peso sobre esa creencia. Desafortunadamente es la forma en que muchos vemos nuestra relación con Dios. Creemos en Dios, pero no le creemos a Dios. Santiago 2:19, dice que hasta los demonios creen en Dios y tiemblan. Entonces, no de test solo de creer que existe Dios, se trata de vivir una vida completamente sometida a la voluntad de Dios. Muchas veces pensamos que la formula de la felicidad es: Carrera adecuada + mucho dinero + pareja adecuada + amigos adecuados – dolor y sufrimiento = Felicidad. Pero la mayoría de personas viven sus vidas según esa fórmula y aún así nunca logran la felicidad. ¿Por qué? Porque solo Dios puede llenar ese vacío que todos tratamos de llenar para sentirnos íntegros. La vida de Abraham es un gran ejemplo de como podemos poner nuestro completo peso en Él. En Génesis 17 vemos dos ambiciones distintas. Abraham confiaba en las promesas de Dios. Lot tenía como objetivo alcanzar lo que sus ojos podían ver para tener felicidad. Abraham estaba confiando total y plenamente en lo que Dios ya le había dicho. Lot no.

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